Sergio Míguez,
chief economist en
EFPA España, ha subrayado que es necesario abordar la reforma de las pensiones
“con realismo y sin demagogia”.
Según su criterio,
“el actual sistema de reparto está basado en unos parámetros de hace treinta años, que la demografía y la esperanza de vida se han ocupado de dejar obsoleto”.
En datos de la
OCDE recogidos durante su intervención, los planes de pensión privados apenas suponen un diez por ciento en nuestro país.
“Lo que refleja la necesidad de implementar programas de educación financiera entre la sociedad para significar la importancia del ahorro a largo plazo, un rol donde el asesor puede jugar un papel clave”.
Míguez ha subrayado las reformas que se han de implementar en los próximos años para asegurar su sostenibilidad:
“Establecer un nuevo sistema de reparto entre lo público y lo privado, fortalecer el sistema de contribución complementario y poder meter dentro de las deducciones fiscales otros productos de ahorro además de los planes de pensiones”.
Incidiendo en la necesidad de que se prepare a la población española en relación a la longevidad, el profesor de finanzas
Javier Santacruz ha presentado sus conclusiones sobre el estudio de nuestro sistema de pensiones:
“Vivir más tendrá un gran impacto en el consumo, el ahorro, la inversión y la gestión de carteras. Cuanto antes lo entendamos, antes se podrán acometer reformas para incitar una cultura financiera entre la clase trabajadora”, ha afirmado.
Según su opinión, la renta disponible de la población activa se ha desplomado en la última década mientras la de los jubilados ha subido considerablemente. Esta tendencia, para Santacruz, sólo puede frenarse
“a través de una mayor concienciación de los españoles respecto a su futuro y desarrollando un marco fiscal que incentive el ahorro, evitando modificaciones cortoplacistas que dañan cualquier iniciativa sobre planificación financiera”.
En esta línea,
Ángel de la Fuente, director de
Fedea, ha alertado sobre la desaceleración de la productividad en los últimos años como un elemento que
“ha contribuido decisivamente al progresivo deterioro de las cuentas del Sistema Público de Pensiones”.
En un tono algo más pesimista, ha subrayado la
“incertidumbre que hay con respecto al futuro”. En donde, según su criterio, es preciso mantener la reforma llevada a cabo en 2013
“si no se quiere poder entrar en dificultades para asegurar la sostenibilidad”.
La próxima jubilación de la generación
baby boom (los nacidos a comienzos de los años sesenta) significará
“el momento definitivo, ya que se incrementará tanto el gasto en pensiones que será complicado mantenerlas si no se toca la deuda y el déficit”. De la Fuente, aun así, cree que
“hay tiempo para mejorar”, y que la única solución que prevé es
"lograr un gran acuerdo para la transición hacia un sistema sostenible”.